Matías, tenía la piel muy blanca y los dedos delgados y largos, el pelo muy liso y los labios rosas.
Escribía con letras redondas y perfectas y se ponía colorado cuando hablaba. En mi diario hay pegada una nota escrita por él, en un pedacito de papel a cuadros azules.
A mi me gustaba Matías, cuando estaba en cuarto o en quinto curso, no estoy segura, después me cambié de colegio y no lo volví a ver más. Hoy me acordé de él y me entraron unas ganas terribles de encontrarmelo, invitarle a una cocacola, comprobar si aún se pone colorado al hablar...
No sé que me pasa estos días, no paro de recordar cosas de cuando era pequeña...ojalá encontrase una foto de la clase de cuarto. También me gustaría ir a visitar a Don Antonio, el profe de lengua, siempre me ponía "Muy Bien" en las redacciones y me sonreía.
5 comentarios:
è vero, ultimamente sei in una fase di reminiscenze dell'infanzia.chissà perché arrivano in determinati momenti?
Muy bien :)
Muy bien :)
claro... muy bien :)
para mí el cole son olores,
a plastilina, a tiza,
a la crema de manos de Doña Pili.
Yo no cambié de colegio.
Y a todos les seguí la pista,
más o menos, claro.
Yo era la más pequeña. De las de diciembre. La canija despeinada.
Compartía bocadillo con una chica con la que ahora no me dirijo la palabra.
No me da pena. Ella creció en otra dirección. Y no es de las que se acuerda de ese tipo de cosas.
Ya ves que yo sí :)
Matías, dónde estará Matias... ahora poca gente se pone colorada al hablar. Eso se echa en falta.
qué bonito leerte, con el 'pequeño vals' de Marlango sonando de fondo..
un beso nena
Bonitos recuerdos. Ir.
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