14.9.08

Cuatro esquinitas tiene mi cama

Cuatro esquinitas tiene mi cama, cuatro angelitos que me acompañan.

Y buenas noches y apagamos la luz. Pero la habitación era enorme y no había persianas, sólo cortinas y la luz del faro que llegaba, entraba en la habitación y se iba. Había suficiente luz para distinguir las manchas de la madera en el techo, parecían millones de ojos observando, así me quedaba dormida, también repasando los bultos de ropas viejas y trastos que mi abuela acumulaba al fondo de la habitación en tinas enormes de plástico, en la cuna ya vieja porque había sido también la cuna de todos mis tíos y mis hermanos, en sillas de playa con estampados de los sesenta...

Hoy me cuesta dormirme, a pesar de las infusiones, y me he puesto a recordar esos momentos de antes dormir, los diferentes sitios en los que he dormido durante épocas de mi vida, todas esas sensaciones...y
recuerdo un lugar, friísimo, pero eso ya fue hace mucho y ahora ya no es un recuerdo feliz. También recuerdo el zumbido de los altavoces, el techo tan cerca, una planta grande, el reloj de cuco, nuestra primera radio, la música.

Es muy bonito dormirse después de hacer el amor, el mundo parece que tiene sentido.

Dulces sueños...

:)





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