9.11.05

TÚ TE LO BUSCASTE

Ayer me quedé dormida a las 10.30, encogida en la cama con el móvil cerca,
por si suena...

Cuando me desperté era temprano y
tuve tiempo para darme cuenta de donde estaba,
aunque no para descubrir cómo había llegado hasta aquí y menos a dónde quiero ir.

También tuve tiempo para perderme (solo un poquito),
por estas calles mojadas, ya tan caminadas, no por mi.

El frío se me pegó a la cara, pero hacía sol,
un sol de esos que sabe que va a durar poco, que sabe a prohibido.
Y entonces me sentí como en Burdeos, sóla, buscando, ilusionada, asustada,
pequeñita y fuerte al mismo tiempo, como el naufrago que se dice, bueno, me lo voy a montar bien en esta islita...

Es curioso que nunca, nunca, esta ciudad de piedra me lleve a Pontevedra,
donde dejé tantos pasos desesperados,
y sí a Burdeos donde estuve
como quien espera en un aeropuerto, haciendo escala.

Iba a comer sóla y me encontré con Carolina, y no,
no es mi otra personalidad reprimida
que creció en la humedad de mi piso,
ni es ninguna metáfora pretenciosa.
Apareció y la arrastré a mi casa,
y hacía tanto que no hablabamos
que no sabría decir si eramos conocidas o desconocidas,
que queda de la Carolina que conocimos con 17 años?
sigue aquí?qué queda?

Y aunque disimulo otra vez me mordieron en el estómago
ausencias, miedos, derrotas cotidianas
“y tú te lo buscaste”,
no es cierto, no me busqué nada, nada,nada.
Bueno quizá busqué los brazos siempre tibios del abuelo,
pero él los abrió, sólo eso.
Lo demás es cuestión de suerte, si no...Match Point.
Y de las casualidades de Medem, claro!

Lloré en los baños del trabajo, sentada en el suelo,
aguantándome las ganas de gritar,
como cuando tenía 17 años, me desbordo, toda esta humedad...
Anda, ponme a secar!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y Midori que no está ahí para darte una aperta... hoy mismo a buscar las botas mágicas y no me las voy a quitar nunca más...
Estoy contigo. Siempre.