30.11.05

EL MIÉRCOLES


Los miércoles me pondré de luto

Voy toda de negro
y mi cuerpo es un hilo
negro.

Llevo una camiseta verde
(por dentro)
es la esperanza que tengo
para mi risa
rebotándo en el techo.

Y unos calcetines morados
para la penitencia

y hoy pude llorar otra vez
después de dos días
llorando para dentro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy era miércoles, nadie me avisó, nadie me dijo, hasta que pregunté por tí. Ya no subí. ¿Para qué?. No pudiste ganar tu premio, pero no importa, te lo daré igual solo si me dices hola, con las zapatillas de bailarina, de alivio de luto y una mueca parecida a una sonrisa. Ya me vale.
Aquí fuera, sobre la fría piedra mojada, estamos muchos que te queremos, esperando que vuelva a salir el solecito por las anchuras del Tambre.
Grafólogo de pacotilla.

... dijo...

ni te imaginas lo que me ayuda que tireis de mi, así,me arratreis otra vez a la risa, a las zapatillas azules... hola!!hola!! y te lo digo estirándome la comisura de los labios hacia arriba, yo también quiero reirme, pero no puedo. me sale un gruñido raro como de exorcismo. yo no me rindo, un día de estos me gano mi premio. y esta vez sí que va a ser bien merecido. un beso.

Anónimo dijo...

Visito o faiado de Carol, toc, toc, peto na súa porta, pero non me abre ninguén, e iso que sei que hai actividade dentro, que se escoita o repenicar constante de traballos manuais, escrituras, martelos, o ruído incesante dunhas tixeiras cortando papel e aire. Os fíos que unían xa se desfixeron, e no seu medio de comunicación son un estraño. Pasar o punteiro por riba da súa tristeza é como mirar a casa onde viviches dende fóra. Deixo unha nota escrita na porta do desván: "volverei mañá", malia saber que xa non importa. Mentres baixo as escaleiras sigo a mirar cara arriba, demorándome. Ninguén mo dixo, pero hai traicións que se pagan en silencio, e nunca ninguén tivo moita paciencia para escoitar ós criminais. Como dicilo? Por que dicilo? Chego á porta, con este frío que levo, e sinto que a única certeza coa que se pode contar é coa de que non vai haber descanso.
É hora de botarse camiñar. Cara ningures.