Resulta que soy impronunciable
y ya casi ilegible
y si abro la boca la habitación se llena de insectos
y se cierra el libro,
porque era la última página
de este cuento lleno de finales,
termina.
No nos queda ni un sólo segundo,
empecemos a recordar.
Cierra la puerta
nunca más
esa ventana
nunca más
esa sombra
Pero no lo pienses
vuélveme impronunciable
Abro la boca
la habitación se llena de insectos.
Todas esas habitaciones
donde ya nunca volveré a entrar.
Las habitaciones en las que me vuelves impronunciable.
3 comentarios:
un placer leerte a ti.
en el momento exacto, que casualidad.
:)
otra vez tu blog-isla.
hay muchas maneras de cerrar puertas y ventanas, igual que hay cientos de maneras de abrir la boca.
qué buena eres...
Publicar un comentario