La última entrada era la 404 un capicúa lo suficientemente elegante para convertirlo en un aniversario ficticio y hacer un recorrido mental silencioso, poner un orden alfabético algunos secretos y ordenar por escala de grises a los fantasmas que no se rinde y que se viene conmigo a pesar del frío y del calor y de no pronunciarlos.
Y que bien, que sin darme cuenta la entrada 404 daba risa.
Sigo con las palabras a vueltas, con la memoria imaginada y las manos frías. Hay algunos nombres que no cambian, como puntos cardinales, y también son palíndromos.
Hoy me dedico a respirar despacio. Banda sonora de los días en que parece que no pasa nada y en realidad pasa todo.
1 comentario:
Cuento las horas para que llegues pita ;)
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