Me desperté temprano pero me quedé en la cama, haciéndome la dormida, estirándome, encogiéndome…El desayuno, tostadas, zumo, una lucha lenta, compras, paseo y siesta intermitente con el concierto de Woodstock de fondo. Llamada que me rescata de una pereza interminable, vaso enorme de café con hielo para terminar de despertarme.
La tarde que se estira en Bonaval, libros. Revuelvo los cds escucho canciones que abren ventanas a otros sábados.
La cena la preparo despacito, al ritmo de Tom Waits, él rompe el aire y yo cocino pollo con manzana y piña. Después como si siguiese cocinando lío un porro, que me abra el apetito.
Un sábado perfecto si no hiciese tanto calor y no estuviese tan sola. me quedo dormida, sin cenar.
1 comentario:
Hay días peores, tranquila
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